De Jimena, la propiedad privada y otras "vicisitudes"

domingo, 11 de enero de 2009


Como dijera Ramón, dos constantes marcaron la ruta de ayer sábado día 10 de enero; la compañía del río y la incertidumbre. Yo añadiría un tercer elemento ya apuntado por Langui; la belleza de un entorno por momentos mágico, no desmerecedor de la fantasía extraordinaria del mejor Tolkien.
Pretendíamos llegar a Jimena con la ayuda del "enano chivato" de Ramón, partiendo de nuestro ya habitual punto cero; carril cicloturista Picacho-Peguera, y desde esa pequeña y bella localidad, regresar con la satisfacción del deber cumplido y con el convencimiento de poder regalar esa ruta a nuestros amigo ciclistas del Bike Jerez y del Todo Bike, a quienes, lo que son las casualidades, provocadas en parte por la impuntualidad eterna de Ramón, nos encontramos en la salida de Jerez. Desde aquí un fortísimo abrazo a tantos buenos amigos de kms., risas y fatigas.
Pronto y ya en ruta, supimos de los rigores del frío, y quien escribe, entendió que nunca más podría volver a tocar el piano (olvidé los guantes largos). Tras un subida bonita, exigente, pero que ya comienza a ser repetitiva (tendremos que buscar otro punto desde donde acometer las rutas por aquella zona), nos encaminamos ilusionados hacia el sendero que nos debería llevar, cual alfombra roja, a Jimena. Pero...
Un "agradable señor", que nadie diga que los Mantekos somos irrespetuosos (me cago en to sus castas), pronto nos adoctrinó sobre lo que pretendíamos hacer, la dirección que nos disponíamos a tomar y las indicaciones del enano chivato de Ramón. El buen hombre nos repitió quince veces en menos de cinco minutos: "De la cancela p-yá es propiedad privada", y "la cañá (única alternativa al carril privado) está perdía"... Amigos, os aseguro que algo repetido tantas veces y en tan corto espacio de tiempo, termina por cansar, confundir y calar.
Como única opción para salvar el día; ejercer de "bikers aventureros" y tratar de encontrar a la perdida señora "Cañá", asunto que pronto supimos que sería complicado (la despista de la buena mujer se había extraviado a conciencia). Pero fijaros que llega aquí el primer punto de inflexión y regalo de la ruta; una bajada prolongada, pronunciada y no marcada, entre vegetación, piedras y troncos escondidos (Langui sucumbió en un par de ocasiones a las camufladas trampas naturales).
Y como todo lo que baja, o casi todo, sube, pues a joderse toca y ha realizar un ascenso entre una vegetación es-tupida, que pedía machete entre dientes para ser penetrada (para eso estábamos nosotros, para penetraciones...), zarzas rencorosas que tatuaban nuestras piernas y brazos y maldiciones varias y constantes al terrateniente del carril privado (me cago again en to sus castas).
Subida culminada, avituallamiento merecido y ... "Salta la reja almonteño".
Por fin entramos en el carril prohibido, aunque ya tarde para dirijirnos a Jimena, disfrutando de la belleza de una naturaleza casi virgen, la compañía de alguna vaca despistada y la sinfonía del agua. La falta de kms. y el exceso de turrones comenzaban a dar señales de quererse unir a la ruta, así que decidimos dirijir nuestras ilusiones hacia el coche, que en breve comprobaríamos "desgastado", o carente de ánimo (léase batería). Entre risas, resbalones y caídas (motivadas por lo húmedo de la alfombra de hojarasca que pisábamos), algún pinchazo y pose desvergonzada, dimos por culminada una nueva aventura del manteka.
En resumen, una magnífica salida donde añoramos la compañía inigualable de Manuel (ayer hubieras disfrutado de lo lindo entre piedras, cancelas, agua, barro, anécdotas y arañazos) y agradeciendo que JM no pudiera venir, porque no creo que hubiera disfrutado tanto, por ser generoso, del inesperado rumbo que tomó la salida, y quizá hasta nos hubiera retirado la palabra.
Bueno, por ahora, esto es casi todo, y desde ya os esperamos en la próxima salida-aventura Manteka.
Un saludo.
Pd. Langui o JM, añadid vosotros las arretratauras que esto de la informática, se os da un pelín mejor que a mí.

ver FOTOS

El Espíritu Manteka

El Club Deportivo Manteka nace de la amistad y de la pasión por la naturaleza y el deporte. Surge como espacio de encuentro, a veces el deporte es sólo un pretexto, de buenas personas con planteamientos vitales parecidos. Nuestro vínculo inicial fue la bicicleta de montaña, aunque pronto descubrimos nuevos "horizontes"; senderismo, orientación, carrera, du y triathlon, etc.

Durante estos años, el C.D. Manteka ha ido creciendo y enriqueciéndose gracias, principalmente, al encuentro con otros clubes, entidades y personas con fines parecidos. Pero sobre todo, nuestro mayor logro durante el tiempo transcurrido, ha sido consolidar nuestra amistad.


Defendemos el "Espíritu Manteka", como aquel esfuerzo personal que se encamina a ayudar al otro. Por muy diversos motivos, sabemos que somos personas privilegiadas, de ahí que desde el Manteka, nos ofrezcamos para aquello que, en la línea de nuestros principios, podáis necesitar; desde compartir rutas e informaciones, hasta realizar colaboraciones en eventos, pasando por la organización y participación en pruebas, etc.

En la confianza de saber que pronto nos encontraremos en los caminos, recibid un afectuoso saludo.



....

...