Gouwzeeroute

lunes, 6 de julio de 2009


En nuestra pequeña escapada a Amsterdam, era inevitable hacer uso de la bicicleta. La ciudad en particular y el pais en general es el sueño de nuestro amigo JM hecho realidad (y la pesadilla de Ramón, no hay piedras ni bajadas de vértigo). Cientos y cientos de km de carril bici. Una ruta sin fin. Cada calle principal tiene al lado su carril de uso exclusivo para ciclistas. En la ciudad casi todo el mundo va en bici : el currito, la señora con la compra, la mamá con los niños....Hay miles aparcadas por cualquier sitio. Una cosa que me llamó la atención es que la gran



mayoría son más viejas que la tana. La más nueva debía de ser de hace 20 años, y las Btt brillan por su ausencia. El centro de Amsterdam es bastante caótico con tanta bici, el tranvía, la gente...Es por ello que optamos por no pasear en bici por el centro. Pero no podíamos irnos sin hacer una rutilla manteka...

Para ello elegimos la ruta Gouwzee, en el municipio de Waterland, visitando pueblos históricos, desde Edam, pasando por Volendam, Monnickendam hasta la isla de Marken bordeando todo el mar interior y la regenerada zona del Purmer. Hay montones de rutas a lo largo y ancho del país. La ruta esta señalizada por medio de signos ANWB.

Llegamos a Edam en autobús después de 45 minutos desde Ámsterdam. Allí alquilamos nuestras flamantes bicicletas de paseo a nuestro amigo Tom. Enfilamos a la zona del puerto después de merodear un buen rato por calles y canales. La ciudad destaca por su arquitectura auténtica del siglo XVII. Al pasear a lo largo de las viejas calles y de los canales reservados, uno puede imaginarse cómo era la vida en esta ciudad hace siglos. Siguiendo el canal nos topamos con una vieja esclusa de entrada-salida al mar. Podemos comprobar como el pueblo de Edam y toda la zona del Purmer está literalmente por debajo del nivel del mar, como gran parte de Holanda (de ahí el nombre de Países Bajos). Esta zona es lo que se denomina un pólder. Seguimos camino hacia el pueblo vecino, Volendam, y lo hacemos por un camino para paseantes y ciclistas ubicado en lo alto de uno de los muchos diques de contención que encontraremos y que nos ofrece una espectacular vista del mar y del Purmer.

Volendam es un antiguo pueblo de gran belleza, de antiguos pescadores y hoy más enfocado al turismo. No obstante destaca por la belleza de sus calles y casas y su bonito puerto. Encontramos en la calle de las tiendas de souvenir un par de bares de estilo Romerijo dónde se podía comer “pescaíto frito”. Tenía buena pinta, pero nos decantamos por comernos uno de los pescados típicos: un arenque con su cebolla y su pepinillo. Buenísimo.

Por carretera poco transitada llegamos a Monnickendam, otro precioso pueblo con un puertecito con bastantes embarcaciones de recreo y un lugar llamado Hemme-land, una relajante zona de bosque y caminos, con zona de playa artificial donde reponemos fuerzas.

Tras descansar un rato bordeamos la costa disfrutando de la sensacional vista, de las aves acuáticas, de los extensos campos verdes con vacas, caballos, etc. y del buen tiempo.

La isla de Marken está unida a tierra por un largo dique ganado al mar. Sus casas de madera antiguas y sus calles hacen que pasear por Marken sea encantador y relajante. Dada la hora y el cansancio decidimos desde el puerto subirnos a un ferry que nos devuelve a Volendam, para desde allí poner rumbo a Edam, final de nuestra ruta.

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El Espíritu Manteka

El Club Deportivo Manteka nace de la amistad y de la pasión por la naturaleza y el deporte. Surge como espacio de encuentro, a veces el deporte es sólo un pretexto, de buenas personas con planteamientos vitales parecidos. Nuestro vínculo inicial fue la bicicleta de montaña, aunque pronto descubrimos nuevos "horizontes"; senderismo, orientación, carrera, du y triathlon, etc.

Durante estos años, el C.D. Manteka ha ido creciendo y enriqueciéndose gracias, principalmente, al encuentro con otros clubes, entidades y personas con fines parecidos. Pero sobre todo, nuestro mayor logro durante el tiempo transcurrido, ha sido consolidar nuestra amistad.


Defendemos el "Espíritu Manteka", como aquel esfuerzo personal que se encamina a ayudar al otro. Por muy diversos motivos, sabemos que somos personas privilegiadas, de ahí que desde el Manteka, nos ofrezcamos para aquello que, en la línea de nuestros principios, podáis necesitar; desde compartir rutas e informaciones, hasta realizar colaboraciones en eventos, pasando por la organización y participación en pruebas, etc.

En la confianza de saber que pronto nos encontraremos en los caminos, recibid un afectuoso saludo.



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