Amigos, tengo el placer de compartir con vosotros la mini crónica de una nueva y feliz ruta ruta Manteka. Compañeros noveles, inclemencias meteorológicas, problemas mecánicos, buen humor y magnífico desayuno con planes futuros incluídos.
Pronto supimos que sería una mañana "especial", cuando encontramos a Langui refugiado en el umbral de la puerta de un tal "name" en la hacienda Las Beatillas, con la infantil intención de refugiarse de la lluvia insitente. Cuando ya dábamos por hecho el regreso a Jerez en busca de abrigo y café, comprobamos asombrados la aparición de entre las aguas de Ramón y Juanma, este último a lomos de una bike que no detallaré por aquello de las pistas...Pero otra sorpresita nos aguardaba, y no me refiero sólo a las constantes averías mecánicas de Juanma, Sonia cómprale a ese chaval una bici en condiciones, sino al nuevo bikero-majareta que se nos unió entonces; Cristian. Y aclaro lo de majareta porque como una cabra había que estar para salir con ese tiempo. Una vez más hay que elogiar la prudencia de Dany que anunciada su visita, supo posponerla para mejor ocasión, ¡saludos chaval!.
Ramón nos había preparado una trampa la noche anterior con la ayuda de una manguera y un par de cubos que resultó todo un éxito... BARRO y MAS BARRO, menos mal que fueron sólo unos metros, aunque unidos al pinchazo de Juanma, una vez más (que porculo has dao hoy picha), se multiplicaron por tres. Cristian se unía a la fiesta de los pinchazos y, ¡qué corra el champán! más y más cámaras de repuesto.
Desayuno a lo grande, mesa, suelos y sillas de grana y oro, imagino al camarero balleta y escoba en mano acordándose de las castas de Langui (lo siento picha, pero a alguien tenía que poner aquí) y toma de tallaje y anacio de nuevos proyectos con un grupo en crecimiento sobretodo en CALIDAD HUMANA que es de lo que se trata (y aún nos faltó Jose, que por estas fechas cuaresmales anda liao entre varales).
Bueno chavales me voy a poner la mesa que mi mujer me llama y con eso no se bromea. Por cierto, mención especila para la uña de ramón, esperemos que sea cierto lo de la guitarra, porque la visión de una espátula negra agarrando el bombín no tiene precio.
