Subida al Monte de la Cruz

sábado, 9 de febrero de 2013


A las 8, con las claras de un día frío, pero no tanto, nos juntamos una cuadrilla de bikeros desocupaos dispuestos a afrontar uno de esos días especiales, que tanto color dan a este deporte: la subida al Monte de la Cruz, que, en realidad, son dos cruces, es decir, la de la subida y la de allí arriba.
En el grupo de ayer cabe mencionar de forma especial al amigo o compañero (o lo que sea) de Javier M., que aguantó como un valiente y nos aguantó a nosotros como el Santo Job. Pudo comprobar en sus propias carnes que hacer 60 km. de vez en cuando no tiene nada que ver con hacer 90, más Monte de la Cruz. Que tome nota para el domingo que viene.

El primer tramo de la ruta, con excursión incluida por el Parque de Estella siguiendo a Adolfo, se nos pasó en un plis plas, porque el aliciente de desayunar en La Barca nos llevaba como iría el Bárcenas con los sobres para Suiza. Y eso que José María y Manolo se cayeron (o bajaron de una forma peculiar). Se rasparon y la imagen de unos improvisados boys con los torsos desnudos en el bar de La Barca es de recordar, o mejor, olvidar. Los meringotes sanitarios abundaron más que la zurrapa de los molletes. Y es que es un grupo que de pedalear, poco, pero de dar cremitas… Cuando se percataron de que el invitado a la ruta estaba presente ¡y que era de Cai! se vistieron precipitadamente. No sé porqué.
La posterior travesía de La Suara fue hoy inmejorable: terreo asentado, solecito reconfortante y compañía selecta. No se puede pedir más.

Un rato después, la llegada a San José la hicimos con la imagen amenazante del Monte de la Cruz al frente. Y, ya puestos, decidimos subir, aunque hubo quien dijo “si hay que subir se sube, pero subir pa na…” Fue el caso del gaditano reconducido a jerezano de ocasión. Hizo bien.
La dichosa subitada de los co… ¿verdad Manolo?, tiene tela marinera. No es que tenga cuestas, sino que es una cuesta sola que no tiene fin, a excepción de un descansillo, tal vez hecho para inducirnos a seguir hasta… el cielo. Fueron muchos los que pusieron el pie en tierra, pero José María aguantó más que nadie. O sea, que la exhibición de la subida a El Algibe, no fue casualidad. Eso de llegar arriba y echar fotos le debe dar alas. Había que verlo: más grande que la voluntad del Señor y pim pam pim pam… hasta arriba. Ya sé cómo llamarlo desde ayer: míster Kodak bajado de la bici y míster Diésel , subido.

Y llegamos por fin. Las vistas, fenomenales, a excepción de las antipáticas Térmicas de Arcos. Las fotos, para el recuerdo. Y las mandarinas de Joaquin, exquisitas.
La bajada fue peligrosa, aunque los peligros para abajo no saben tan mal.
Una vez en el pueblo, recogimos al gaditano y nos vinimos para casita por otro camino, paralelo al de ida, pero con tramos con más barro que en las canteras de Lebrija. La trialera de llegada a Las Mesas del Corral, de donde guardo una emotiva foto en la qe Tomás y un servidor posaron con un chavalote con la camiseta de “La Pulga”, y en otro tiempo ciclable, parecía hoy más propia de un Camel Trophy.

Una vez en Jerez nos felicitamos todos de tan buen día, de que llegáramos juntos y de que un día de disfrute deportivo y de risas nos han sentado muy requetebién. Un día, en definitiva, de felicidad, que falta hace.

Fernando.

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El Espíritu Manteka

El Club Deportivo Manteka nace de la amistad y de la pasión por la naturaleza y el deporte. Surge como espacio de encuentro, a veces el deporte es sólo un pretexto, de buenas personas con planteamientos vitales parecidos. Nuestro vínculo inicial fue la bicicleta de montaña, aunque pronto descubrimos nuevos "horizontes"; senderismo, orientación, carrera, du y triathlon, etc.

Durante estos años, el C.D. Manteka ha ido creciendo y enriqueciéndose gracias, principalmente, al encuentro con otros clubes, entidades y personas con fines parecidos. Pero sobre todo, nuestro mayor logro durante el tiempo transcurrido, ha sido consolidar nuestra amistad.


Defendemos el "Espíritu Manteka", como aquel esfuerzo personal que se encamina a ayudar al otro. Por muy diversos motivos, sabemos que somos personas privilegiadas, de ahí que desde el Manteka, nos ofrezcamos para aquello que, en la línea de nuestros principios, podáis necesitar; desde compartir rutas e informaciones, hasta realizar colaboraciones en eventos, pasando por la organización y participación en pruebas, etc.

En la confianza de saber que pronto nos encontraremos en los caminos, recibid un afectuoso saludo.



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