Las cosas que pasan...

Hay sucesos que simplemente son cuestión de suerte, de mala o buena, pero de suerte al fin y al cabo.

La misma suerte, buena y mala, que en la tarde de hoy acompañó a Langui. Digamos que malo, podría ser el hecho de echar pie a tierra por una considerable rodera del camino y rajarse la zona baja del gemelo con el pedal automático. Sin embargo la buena suerte hizo presencia con un corte tan limpio y recto que apenas si provocó dolor (al menos a mí).
Pero volvamos a la mala; entra en el dedo en el "boquete" que se abre en la pierna y estamos lejos de la civilización... Buena fortuna, Langui puede pedalear, es un jabato, y contamos con el comodín del helicóptero (seguro federativo RAIDs). Malo; la herida se va secando, enfriando y está sucia (como todo su propietario). Buena; llegamos al hospital y el maillot manteka nos abre puertas...

Buena; conocemos al ángel que Xuxo tiene como esposa, ya está explicado el tema de los niños guapos... Buena; somos atendidos por la referida angelical y por Antonio, que además de biker (y de los buenos, dos costillas rotas bajando San Cristóbal), pasa los ratos cosiendo, ¡y lo hace como nadie!.
Malo (que ya casi lo teníamos olvidado); la inyección de anestesia agujerea sin piedad la herida abierta y nuestro amigo sufre. Bueno; ¡está todo fotografiado!.

En nombre de Langui y en el mío, muchas gracias al cielo que tiene Xuxo por esposa, a Antonio por su profesionalidad, cercanía y paciencia (recuerda que te deben un desayuno completo) y a todos los que habéis estado, y estaréis, preocupados por la evolucion del morlaco.

¡Nos vemos el viernes! (con botiquín incluído)

Nota: las siguientes imágenes pueden herir la sensibilidad de los sensibles y provocar la risa, sana se entiende, de los mamones.

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